Se entiende por Duelo como el proceso de despedirse, de dejar ir alguien importante para nosotros. Es una etapa que puede ser muy difícil y nos puede costar trascender.

La experiencia puede vivirse de diferentes formas, y tiempos, pero lo importante es que la persona pueda ir avanzando en el proceso de soltar, de aceptar, para volver a las rutinas normales, sin quedarse atrapada en las emociones demasiado tiempo. La duración del duelo no debería ir mas allá de 6 meses, en los que se logra decantar y asimilar todos los cambios. En el caso de persistir la etapa de duelo es importante que la persona que está sufriendo busque ayuda para liberar todo ese dolor, y no quedarse atrapado en una de las fases.

A veces la persona tiene miedo de dejar de sufrir porque siente que olvidara a la persona que partió. No es necesario anclarnos en el sufrimiento, puedes soltar el apego al dolor y poder recordar los mejores momentos, sintiendo que ahora viven en ti.

A través de este método de terapia podemos acompañar estos procesos tan delicados con mucho amor y respeto a lo que está viviendo la persona, pudiendo soltar y avanzar a una nueva etapa ya sin ese peso emocional.